"Respeto a toda forma de vida"
¿Hacia dónde caminan o huyen los animales cuando buscan alimento, cobijo o se encuentran en peligro? ¿Dónde se sienten protegidos?
¿Cómo crear esos lugares, nichos ecológicos, donde sus necesidades para vivir sean aceptables? Favoreciendo, en primer termino, el desarrollo de las plantas propias de la climatología del lugar, construyendo las estructuras donde desarrollan sus ciclos vitales, fuentes de agua para beber o bañarse, etc.
Todo esto también requiere restablecer un suelo vivo que sirva de base permanente para el mantenimiento del hábitat que queremos reconstruir. Restablecer un mundo donde su equilibrio se mantenga con el aporte de un mínimo de insumos de energía externa y no desfallecer en la realización de este objetivo de vida.
Nuestro huerto se ve visitado habitualmente por todo tipo de animales. Sorprenden las rapaces, debajo de la copa de los olivos y pinos, alzando el vuelo, ante nuestra repentina aparición. El búho real con sus crías, el mochuelo, el autillo y muchas más, cuyo vuelo majestuoso, cuyo lento batir de alas y característico sonido delata su presencia.
La serpiente llamada culebra de escalera es muy frecuente.
Los gorriones hacen sus nidos en las ventanas del almacén de aperos de labranza.
Muchos jabalíes danzan en la parte más alta de la parcela, cerca de la cima de la colina, entre los pinos que fueron plantados.
El lagarto ocelado aparece y desaparece bajo el duro sol.
Un bancal, parte de la parcela general, se dejó "abandonado" para ver de que manera se instalaba la sucesión ecológica natural en el mismo. Era una parcela cuya plantación original eran limoneros, con la espontánea y salvaje aparición de algunas higueras, acebuches (olivos silvestres) y acacias.
Nuestra experiencia es prueba de que se puede compaginar un huerto que dé sus frutos con el cuidado de la naturaleza.
En nuestro huerto el árbol principal que crea sombra es el olivo. La sombra es muy importante en el clima mediterráneo del sureste, en el que estamos, con escasas lluvias. Y cuando las hay, danas, pueden ser destructivas.
Además del olivo, otros árboles y arbustos contribuyen a darle fertilidad y estructura al suelo, favoreciendo la presencia de pájaros y polinizadores en sus ramas y flores.
Y multitud de pequeños artrópodos: insectos, arácnidos, ciempiés, etc.
En general, en el suelo, protegidos bajo las ramas de los árboles y los intersticios de las pedrizas que están en seco, sin argamasa.
También existen algarrobos, un árbol completamente adaptado a nuestra climatología mediterránea.
Arbustos como lentiscos, coscojas y madroños.
Incluso el experimento de hacer evolucionar robles, una falsa pimentera y cipreses.
Higueras, encinas, turbintos, pinos, sabinas, palmeras...
Romeros, lavandas, madreselvas, hinojos, olivardas...
También tenemos plantados cactus, palmitos, plantas xerofíticas, completamente adaptadas al árido ambiente caluroso.
Y un larguísimo etcétera.
Un proyecto como este anima a no matar los animales salvajes que llegan a los huertos. Haciéndolos formar parte de la vida del ser humano, como sus compañeros de viaje.
Es habitual ver guaridas de conejos en los taludes de los bancales y tierra removida por los topos.
Guarida de conejos
Erizos hibernando en los montones de compost
Amiga espontánea, que apareció en la parcela
Alerce africano (especie protegida)
Olivo e higuera
Amapola entre plantas cubridoras
¿Otro despistado? ¿De dónde saldría este precioso camaleón?
Dejar hacer a la naturaleza. Lo que en principio fue un bancal de limoneros ahora cuenta con multiplicidad de especies vegetales en una rica continuidad de estratos arbustivos
Instrumentos para crear bosque
Flor Lotus
Flor Muscaria
Nido de pájaritos tejido entre las ramas de un olivo
Lavanda dentata
Lavanda multifida
Mini-bellotas de la encina carrasca
Roble en primavera